Como ya se ha mencionado en anteriores blogs, la tecnología RFID cuenta con múltiples etiquetas y equipos que permiten implementarlo en distintas aplicaciones como pueden ser la trazabilidad, control de accesos, supervisión de productos, etc.; y una de las principales aplicaciones es el manejo de almacenes, tanto para controlar entradas/salidas, como la supervisión de los productos en tiempo real dentro del almacén.
A pesar que ya se hayan mencionado de forma general los beneficios y características de la tecnología RFID, en esta ocasión conoceremos los usos o aplicaciones del RFID enfocados únicamente en la gestión de almacenes.
Aplicaciones
- Se identifica la mercancía cuando se recibe de forma rápida y automatizada.
- Ubicación confiable de cada producto en el almacén, aunque no se encuentre en donde corresponde.
- Se puede saber a detalle el inventario que se tiene en el almacén y optimizar rutas para preparar pedidos o salidas de inventario tomando en cuenta criterios de obsolescencia o para organizar los turnos de trabajo.
- Gestión de stocks y control de existencias en tiempo real.
- Se puede compartir la información de stock de los productos con los proveedores.
- Con ayuda de un software, se pueden generar alertas de obsolescencia para darles salida, o también alarmas de cantidades mínimas de stock para optimizar la reposición de productos y también evitar la rotura de stock.
- Reducción de la merma de productos y aumento de la seguridad contra robos.
- Rastreo del recorrido de los productos y optimización de estos dentro del almacén sin la intervención de personas.
Además de las aplicaciones mencionadas anteriormente, también se pueden conseguir algunos beneficios más como:
- Se reduce el trabajo manual y posibles errores asociados.
- Permite conocer en tiempo real el estado del inventario, tanto movimientos de mercancía como el stock de existencias.
- Las etiquetas RFID pueden almacenar una gran cantidad de información sobre los productos a identificar.
- Permite controlar y reducir la obsolescencia de producto.
- Rapidez en la identificación de los productos.
- Es posible incorporar nueva información en las etiquetas RFID a medida que los productos avanzan por la cadena de suministro.
- Personalización de los productos: Gracias a los datos que recoge el chip incluido en cada producto, estos pueden recibir un trato personalizado y único.
- Agilidad y ahorro del tiempo: Los trabajadores ahorrarán tiempo ya que el inventario de productos se agiliza y automatiza. Este punto sería uno de los principales beneficios del RFID.
- Autenticidad y veracidad: Cada producto posee su información única y esto les dota de autenticidad y veracidad. Esta es una de las grandes ventajas que proporciona la tecnología RFID.
A pesar que el RFID tenga múltiples utilidades y ventajas, esta tecnología también cuenta con algunas desventajas, tales como:
- Altos costes de instalación: Implementar esta tecnología desde cero en un almacén requiere una gran inversión inicial. En comparación a los códigos de barras, esta tecnología requiere equipos y herramientas más caros y complejos como son el software de inventario RFID, lectores fijos o portátiles de RFID, etiquetas RFID, etc. Además, en estos casos de instalación de nuevas tecnologías siempre hay que considerar los costes y tiempos de formación al equipo de almacén.
- Costes de actualización constantes: Para mantener la eficacia de este tipo de equipos automatizados se precisa de un mantenimiento y actualización constante, lo que proporcionará un gasto constante.
- Interferencias en las etiquetas RFID: Si se trabaja en un clima húmedo o rodeado de muchos productos metálicos, es posible que las etiquetas no trabajen correctamente. También pueden afectar las ondas de radio externas creando interferencias y disminuyendo su funcionalidad. Además, algunos materiales líquidos o metálicos son incompatibles con estas etiquetas y no permiten atravesar la información. Cuando hay muchas referencias de etiquetas en un mismo lugar, pueden crear errores ya que las diferentes señales pueden distorsionar las lecturas. Sin embargo, también hay etiquetas diseñadas específicamente para líquidos o metales que mitigan estas dificultades.
- Problemas de compatibilidad: Las etiquetas varían dependiendo de los almacenes, sectores, países, etc. Por ello, las empresas internacionales pueden llegar a tener problemas de compatibilidad con el sistema de gestión y tendrían que aplicar y adaptarse a diferentes sistemas aumentado los costes.
