Cuando se requiere imprimir alguna información que deba de poder visualizar a simple vista en una etiqueta, pero a la vez se quiere la particularidad que tienen las etiquetas RFID al manejar la información, se recurren a las impresoras RFID.
Estas, como indica su nombre están diseñadas para poder imprimir cualquier cosa que se requiera en la superficie de la etiqueta mientras que, al mismo tiempo, también programa de forma consecutiva y rápida la información que contendrá cada etiqueta RFID que se vaya a ocupar, de esta forma, estas impresoras permiten tener múltiples etiquetas RFID listas en poco tiempo, y es por esto que se suelen ocupar en aplicaciones como logística o retail. Cabe mencionar que hay algunas impresoras que además de programar e imprimir las etiquetas, también pueden leer la información que estas contienen y volver a reprogramarlas si lo requieren.
Entre las ventajas que presenta una impresora RFID frente a una impresora de etiquetas convencional están:
- Estas no duplican un código en dos etiquetas consecutivas, por lo que se puede asegurar que nunca se tendrán etiquetas repetidas con la misma información.
- Además de los accesorios que tiene incluido la impresora, esta no requiere de nada más que las etiquetas para funcionar, en algunas ocasiones se requerirán cintas o “ribbons” pero esto dependerá del modelo de la impresora
- Hay variedad de impresoras RFID desde aquellas diseñadas específicamente para etiquetas RFID para metales como impresoras industriales que pueden imprimir un gran número de etiquetas en poco tiempo.
- Algunas marcas también cuentan con impresoras RFID portátiles diseñadas para imprimir alguna etiqueta en el almacén que se requiera sin necesidad de ir hasta la oficina para imprimir solo unas cuantas etiquetas.
- Estas impresoras RFID pueden reprogramar las etiquetas cuantas veces sean necesarias.
