Caso de éxito de RFID

La lavandería Blanchisserie Inter-Hospitaliére de Sant Germain-en-Laye limpia 20 toneladas de ropa diariamente donde se incluyen sábanas, almohadones y uniformes para 20 hospitales públicos en la isla de Francia y perdía 50,000 sábanas por año, y el reemplazarla le costaba al sistema hospitalario aproximadamente 250,000 euros por año.

BIH realizaba un conteo manual de la ropa de cama cuando eran devueltas, pero cuando notaron diferencias significativas entre lo que llegaba y salía, utilizaron más personal para el conteo y esto hizo que perdieran el 25% de la productividad.

Al realizar el conteo manualmente no podían deducir si realmente se habían perdido o alguno de los hospitales había conservado algunas prendas por no haberlas utilizado todas, pero aun así todas las pérdidas las pagaba el hospital mediante tarifas más altas para poder cubrirlas.

Para resolver dicho problema, en septiembre del 2013 BIH comenzó a controlar el 60% de sus sábanas con tecnología RFID. Esta solución recuperó la inversión en meses y actualmente BIH monitorea el 80% de sus sábanas buscando expandir la solución a más ropa.

A principios de 2012 se probó etiquetar algunas sábanas, pero las etiquetas RFID que se habían considerado inicialmente no podían soportar los procesos de lavado y secado, y optaron por otros proveedores que pudieran dar unas etiquetas resistentes a dichos procesos.

Se empezó a implementar la solución y se cosieron las etiquetas RFID en los dobladillos de la ropa y sábanas como parte del proceso de producción de dichas prendas para evitar cualquier incomodidad al usuario.

Para el monitoreo de la ropa limpia, se instaló un lector RFID Speedway Revolution de Impinj y múltiples antenas en una cabina de lectura, la cual se parece a un gran armario, se colocan los carritos llenos de bolsas con las sábanas etiquetadas dentro de la cabina, y un empleado utiliza una pantalla integrada para tomar las lecturas y asignar las sábanas al hospital.

En cuanto a las sábanas sucias, estas pasan por una cinta transportadora y se identifican mientras pasan por la región de lectura equipada con el lector RFID y sus respectivas antenas.

Entre los indicadores que se obtenían gracias a esto, se encuentran:

  • El índice de retorno en días (la cantidad de días que le lleva al cliente devolver un artículo).
  • El porcentaje de artículos devueltos.
  • La cantidad de artículos perdidos.
  • El recuento de stock para cada cliente.
  • La cantidad de tiempo requerido para procesar cada artículo en BIH.
Aqui el mapeo de la ruta sanitaria para prendas hospitalarias

BIH quería recopilar al monitorear las sábanas. Algunos de esos indicadores son:

  • El índice de retorno en días (la cantidad de días que le lleva al cliente devolver un artículo).
  • El porcentaje de artículos devueltos.
  • La cantidad de artículos perdidos.
  • El recuento de stock para cada cliente.
  • La cantidad de tiempo requerido para procesar cada artículo en BIH.

Es fácil acceder a esta información en tiempo real. El recuento de stock para cada cliente ayuda a monitorear la higiene de la ropa de cama. “Saber la cantidad de días que cada sabana estuvo en el hospital, lo ayuda a controlar la higiene”. “Cuando más se almacene un artículo, es mayor el riesgo de que no se respete la cadena de higiene”. El índice de inmovilización se redujo de 8.5 días a 7.5.

Además de los lectores RFID fijos, también se usaron dos lectores UBI portátiles para monitorear la distribución de las sábanas en diferentes departamentos, los datos adquiridos por el dispositivo se suben con bluetooth a una tableta o un celular y luego se envían a la base de datos principal en tiempo real a través de internet.

El personal clave puede acceder a esta información para su hospital, puede monitorear en tiempo real el estado de la ropa de cama en todos los departamentos.